No todo lo que se degrada es Biodegradable

Ellos dejaron una cáscara de banano a la intemperie, vieron que primero el color de la cáscara empezó a cambiar, el calor del sol, los microorganismos, la lluvia y la tierra aceleraron el proceso de descomposición, llegaron muchos insectos a comérsela y en cuestión de días, lo que era una cáscara de banano se había convertido alimento para otros seres vivos y el resto  en se había convertido en tierra, que también es alimento para otros seres vivos. Se había biodegradado.  Esto les abrió muchísimo la curiosidad, empezaron a experimentar con otros materiales, hortalizas, verduras, frutas, granos,  pan, chips, papel, cartón, tela, metal, plástico, mecate, hule, etc. y después de varias semanas, lograron resumir que cualquier material que provenga de un ser vivo, es biodegradable, o sea, volverá a ser tierra en un lapso de tiempo relativamente corto. En cambio los materiales que no tienen origen natural, que son producto del hombre como plásticos y materiales sintéticos NUNCA llegaran a desaparecer de nuestro planeta, se pueden llegar a degradar en partículas cada vez más pequeñas incluso tan pequeñas que no sean visibles a nuestros ojos, pero eso no significa que no estén y que no contaminan.